Existen diferentes factores que pueden provocar calor o frío en tu bebé, entre los que se encuentran la temperatura ambiental, arroparlo demasiado, vestimenta inadecuada para lugares fríos, estado de salud, semanas de gestación, peso, exposición a calefacción, aire condicionado, cercanía a paredes, ventanas o ubicarse dentro del auto. Aunado a ello, tu bebé puede presentar cambios de temperatura a lo largo del día. En las mañanas, la temperatura tiende a ser menor e incrementar por la tarde.
Existen diversos signos y síntomas que se asocian al incremento o decremento de la temperatura corporal. Estos signos son muy variables, por lo que lo más recomendable es el uso del termómetro para identificar que tu bebé se encuentre en un rango normal de temperatura, la cual varía de 36.5ºC mínima a 37.8ºC. La temperatura promedio esperada es de 37ºC, por lo que una medida para sospechar de frío, sería en el rango inferior.
Podrías sospechar que tu bebé siente frío o calor, cuando presente alguno de los siguientes síntomas:
Además, se han observado otros síntomas asociados respectivamente al frío o al calor, los cuales te indicamos a continuación:
Frío. Cambio en la coloración de la piel. Lo más común es que palidezca, aunque también se ha reportado enrojecimiento o piel de gallina. En caso de palidez, al presionar la piel ésta no cambia de color. Los labios o dedos de manos y pies, pueden comenzar a tornarse color azul. También puede mostrar cambios en la postura. Los bebés prematuros pueden extender las extremidades; los recién nacidos a término se acurrucan para defenderse del frío y los bebés más grandes pueden incrementar movimientos corporales para producir calor.
Calor. Sudoración, enrojecimiento, percepción de mayor temperatura en frente, se muestra más sediento y te pide tomar más leche. También puede mostrar síntomas de deshidratación, como no mojar el pañal por 6 o más horas, oscurecimiento en el color de su orina o con olor más fuerte, sequedad en boca y labios y llanto sin lágrimas. En tal caso, también deberás consultar con el pediatra sobre posible deshidratación.
Como puedes observar, los síntomas para identificar si tu bebé tiene calor o frío no siempre te permitirán llegar a una conclusión precisa. Lo más recomendable es contar con un termómetro, tomando la temperatura rectal para obtener una medida confiable. Los bebes nunca deben estar expuestos por periodos largos al calor o frío extremo. Cuando se transporta al bebé a algún espacio en el cual está expuesto a estos cambios de temperatura, deben tomarse medidas adecuadas para mantenerlo en el rango normal de temperatura.
Fuentes:
http://infogen.org.mx/regulacion-de-la-temperatura-en-el-bebe-recien-nacido/#indice-3