¡Síguenos!
Foto del Perfil

Beneficios de los masajes para el desarrollo de tu bebé

En los primeros meses de vida, tu bebé está en contacto con un mundo nuevo. Los estímulos con los cuales entra en contacto son más complejos que aquellos que percibía mientras se encontraba en tu vientre. Por ello, los masajes son un muy buen medio para comenzar a conocer los estímulos del ambiente externo, de un modo suave y regulado. También, ayudas al desarrollo de tu bebé en diferentes áreas, como te explicamos a continuación:

  • Regulación tónico-emocional. Las variaciones en la presión de la piel, en posturas corporales, el contacto con texturas, olores, y otros estímulos, le permitirán experimentar sensaciones de agrado o desagrado, que estarán acompañadas de cambios tónicos en su musculatura. Esta tensión-distensión muscular, son las primeras sensaciones y movimientos asociados a la expresión de sus emociones.
  • Esquema Corporal. La estimulación sensorial (táctil, auditiva, olfativa, visual, vestibular, vibraciones, dolor o movimiento de articulaciones) percibida durante el masaje, permiten que tu bebé conozca la ubicación de diferentes segmentos de su cuerpo y la manera en que se articulan entre sí.
  • Desarrollo Motor. Los movimientos que realizas sobre la piel de tu bebé, tonifican sus músculos y los preparan para el movimiento, facilitando tanto la activación como inhibición de respuestas motoras.
  • Comunicación y Lenguaje. El contacto físico es una forma de comunicación inmediata de aquellas sensaciones que experimentan tanto tú como tu bebé. Dicha interacción se convierte en los primeros intercambios que tiene con un ambiente social. Acostumbrarlo a ello, le facilitará formas de interacción más complejas que conllevan al desarrollo del lenguaje.
  • Vínculo de apego. La interacción lograda mediante esta actividad, favorecerá la formación de un vínculo de apego y reconocimiento hacia quien realiza el masaje. Ubicándote como una figura relevante en su vida.
  • Adaptación a rutinas. Los masajes regulares suelen estar acompañados de una rutina de acciones previas que enseñan a tu bebé a realizar movimientos y acomodos de posturas. Por ejemplo, si para brindar el masaje siempre te colocas antes una crema con un olor específico, tu bebé anticipará que dicho olor precede al masaje. Esta anticipación es fundamental para que tu bebé realice anticipadamente respuestas que se esperan de él, como intentar acomodar su cuerpo en la postura en que habitualmente tú lo colocas para darle el masaje.

El masaje es una forma de mantener contacto placentero con tu bebé. Como puedes observar, además de ser una experiencia satisfactoria, lo estimulas sensorialmente y le brindas múltiples beneficios para su desarrollo.

    Fuentes:

    • González Gracia (2007) Masaje Infantil. Medicina Naturista. 1(2): 102-109.
    • Munar, Rosselló, Maiche, Travieso, Nadal (2008) Modelos teóricos y neurociencia cognitiva de la percepción; Edit. Viguera

¿Te gustó este artículo? Compártelo


Califícalo

Queremos saber tu opinión