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Alergias en la alimentación

En los últimos 20 años, ha incrementado la incidencia de reacciones alérgicas en menores de un año. Los síntomas pueden incluir granos, ronchas, enrojecimiento en la piel y/o labios, ojos llorosos, dolor abdominal, náuseas, vómito, diarrea, moqueo nasal, nariz tapada, tos, estornudos, silbidos al respirar y sensación de ahogo.

Se han planteado diferentes posibles causas de ello, entre las que se encuentran: el estilo de vida, antecedentes familiares, nacimiento pretérmino, administración de medicamentos y la dieta materna. Aunado a ello, los sistemas de defensa, digestivo y renal de los bebés, aún no se encuentran completamente desarrollados cuando los bebés nacen. Dicha maduración ocurre alrededor de los 6 meses de edad, momento en el cual se recomienda iniciar con la alimentación complementaria. La inclusión de nuevos alimentos debe realizarse paulatinamente, esperando a que su organismo se encuentre listo para digerir estos nutrientes disminuyendo el riesgo de presentar alergias. Por ello, las edades recomendadas para la inclusión de los principales alimentos potencialmente alergénicos son las siguientes:

  • 6 meses: Frutas y vegetales. La fresa bajo supervisión médica.
  • 6 a 8 meses: Carne y algunos cereales sin azúcar.
  • 1 año: Arroz, trigo, centeno, avena, soya, huevo, pescado, productos del mar, maní, nueces o frutos secos.

 Dada la variedad de factores asociados a las alergias, el esquema de introducción de alimentos debe realizarse de manera individual guiado por el pediatra. Existen algunas recomendaciones a tomar en cuenta al comenzar a brindarles nuevos alimentos, por ejemplo: las frutas, vegetales y carnes deben estar muy bien cocidos. Cuando se administran crudos, tienen potencial alergénico. En el caso de las fresas, estas pueden incluirse consultando previamente al pediatra y darlas únicamente cocidas.

 También es recomendable identificar si tu bebé tiene una alta probabilidad de desarrollar alergias alimenticias. Entre los pequeños con susceptibilidad se encuentran: bebés prematuros, con alergias al polvo, polen, jabón, perfumes, moho, medicamentos, pelo de animales, lana u otras telas, o bien quienes tienen antecedentes familiares de alergias alimenticias. Si tal es el caso, las pautas para la introducción de nuevos alimentos debe realizarse en momentos distintos al indicado previamente, por ejemplo iniciar el consumo de huevo hasta los 2 años, y sólo hasta los tres años comer cacahuates, otras nueces, frutos secos, pescado y mariscos bajo esquemas indicados por el médico.

 Un consejo de la Organización Mundial de Alergias para mujeres embarazadas y en lactancia, es que consuman probióticos. De este modo previenen el desarrollo de alergias al alimentar al bebé con leche materna.

  

Fuentes:

  • Olmos CE. Dieta complementaria y el desarrollo de alergias. CCAP vol. 7, No. 4.
  • Navarro E, Araya M (2016) Inicio de alimentación complementaria y riesgo de enfermedad celíaca y alergia alimentaria ¿De qué evidencia disponemos? Rev Chil Nutr 43(3):315-320.

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