¡Síguenos!
La piel de los bebés es más sensible que la de los adultos, por lo cual es mucho más fácil que se irrite, deshidrate o queme, siendo más fácil que pueda infectarse. Los principales problemas que puede presentar la piel de tu bebé son:
Irritación. Las rozaduras son probablemente el tipo de irritación más común. Los síntomas que la acompañan son: enrojecimiento, comezón y a veces ardor. Las causas más comunes son: el contacto de la orina y heces con la piel, sudoración excesiva, exposición al sol, contacto con materiales irritantes como la lana, plástico y metales de anillos, pulseras, o perfumes.
La mejor forma de prevenirlas es evitando el contacto con sustancias y materiales irritantes, así como mediante medidas de higiene con agua y jabones cuyo pH sea de 5 a 5.5. Si tu bebé es prematuro, debes poner atención al secado de la piel. Éste debe realizarse mediante el contacto de la toalla con la piel del bebé, con suaves toques que permitan absorber el agua, evitando la fricción.
La limpieza del área del pañal es muy importante para la prevención de rozaduras. Deberás cambiar a tu bebé con la frecuencia necesaria para evitar que la orina y heces, mantengan un contacto prolongado con la piel.
Quemaduras. Las quemaduras pueden ser causadas por el contacto de la piel con el sol u otras luces, agua caliente y el uso de cremas o productos inadecuados para la piel tu bebés. Para prevenirlas, es recomendable que permitas que el contacto con la luz solar sea realizado bajo las medidas de seguridad pertinentes.
También se recomienda que supervises la temperatura del agua antes de bañar tu bebé, o de los alimentos, y verificar que los productos que colocas en su piel, cumplan con los estándares de seguridad para su uso en bebés, los cuales son indicados por FDA (Food Drug Administration) y los organismos regulatorios en salud de tu país.
Deshidratación. La deshidratación de la piel puede presentarse durante el curso de algunas enfermedades. Para evitar la deshidratación de su piel puedes aplicar humectantes, cremas y geles. Algunos de estos vienen adicionados con vitaminas, filtros UVA, entre otros ingredientes. Deberás verificar el contenido de los mismos para evitar que tu bebé entre contacto con irritantes o alergénicos a los cuales tu pequeño es sensible. Entre los alergenos potenciales incluidos en estos productos se encuentran: arroz, trigo y avena. Y en el caso de bebés con mayor sensibilidad a la promedio, es conveniente evitar los productos con perfumes.
La deshidratación en el del Cordón umbilical es la excepción en el cuidado de la piel. Para que se desprenda, es necesario que se deshidrate y que los microorganismos permitan su putrefacción. Por ello, se recomienda realizar limpieza del área mediante el uso de agua y gasas. En algunos casos el pediatra podrá indicar el uso de antisépticos.
Infecciones. El sistema inmunológico alcanza su madurez hasta los nueve años, lo cual también contribuye a que los microorganismos ataque con mayor facilidad la piel tu bebé. Ello conlleva a que se presenten infecciones como la dermatitis, la cual se observa más en los pliegues de la piel. Como medidas de prevención, los bebés pueden ser vestidos con ropa de algodón holgada, evitando fricciones con las telas. Las irritaciones cutáneas y sarpullido puede ser los primeros síntomas.
Fuente
